jueves, 22 de noviembre de 2007

La Misión AMDG

Acabo de ver la película La Misión, que trata sobre la misión jesuita en el Iguazú en el año 1785, hace años que deseaba poder ver ese filme y ha sido muy gratificante encontrarme con él. Mejor dicho, fue gratificante encontrarme con esos compañeros de Jesús que dieron su vida por lo que encontraron justo, a luz del evangelio y según los designios de los tiempos, pasando sobre las Sacrosantas decisiones de la Iglesia; hay mucho que comentar.

Al comparar a estos hombres, hijos de Ignacio, a los hombres de nuestro tiempo, a los jóvenes anarquistas, a las mujeres presidentas y a todas las personas que formamos la sociedad actual, nos daremos cuenta de la gran semejanza existe, esos hombres encontraron una razón de ser y una vocación por la cual encaminar su vida y gritar a todo pulmón que VALE LA PENA seguir, en su caso, las huellas de Cristo y luchar por el evangelio encarnado que son los desamparados y oprimidos; en el diario la Tercera se publicó una encuesta realizada por el Instituto de la Juventud(1) que muestra que un 46,9% de los jóvenes buscan un trabajo que los satisfaga emocional o financieramente, pero que hasta hoy no lo han podido encontrar, que grito más grande expresa la juventud actual, buscar algo que los motive (25,7%), buscar una vocación y una meta por la cual valga la pena sacrificarse, como los jesuitas del Iguazú, que tuvieron la dicha de encontrar los ojos de Cristo y jamás borrarlos de sus mentes, pero ante datos tan desalentadores como los de la InJuv, queda preguntarse que hacemos cada uno de los que formamos este gran Cuerpo social por encontrar la razón de nuestro pasar por la Tierra, encontrar nuestra Misión, El estado y los poderes gubernamentales sólo se quedan en legalizar y soltar el máximo de dinero que puedan ($1.000 para el Transantiago) para facilitar nuestro desarrollo y bienestar personal (eso es lo que tienen que hacer), todos tenemos algo que aportar, trabajo para la casa es vuscarlo, mirar a nuestro lado y darnos cuenta que existe más gente que necesita de nuetra ayuda, solo así podemos lograr nuestras metas en común, algo que supieron hacer con mucho empeño los sacerdotes en las Misiones de San Miguel y de San Carlos usando solo el sistema de los primeros cristianos, "Todos formamos la Iglesia, y todos trabajamos por el bien de todos", no, usar ese sistema hoy en día es imposible en el mundo que hemos creado, el Mercado obra totalmente humana ha superado a su creador, pero NO a Dios, si lo llegase a superar sería que el hombre ha dejado de existir; pero volviendo al tema, Como hacer para que el hombre no se quede en la mediocridad y caminemos por este mundo sin más que como meros fantasmas deambulantes sin poder encender ese fuego que lo queme todo y haga brillar a la misma creación y encandile al mismo Dios.

Hace algunas semana me tocó viajar en un bus al lado de un adventista (Yo soy catolico apóstolico) y entable una conversacion de cerca de 4 horas con él, han sido una de las 4 horas mas enriquecedoras del último tiempo, y él me decía no poder entender la Santidad que pregonamos los católicos, esta "Devoción a las imagenes" según él, que practicamos los miembros del Cuerpo Mistico, y yo que le podía decir, si me lo preguntará hoy, yo le diría que la santidad son esos 4 jesuitas y cientos de guaraníes que fueron martirizados por lograr su Misión, por encontrar ese fue fuego que encienda otros fuegos(2), y encender todo el amazonas, santidad no es más que hacer lo que uno quiere, pero hacerlo con el mayor de los amores, porque si amas puedes hacer lo que quieras(3), es pararse firme y mirar el horizonte, y contemplar el futuro que desemboca en Dios y lanzarse sin deternse, como lo hiciera el Padre Gabriel, Ensalzar a Cristo y que vengan las balas, solo pueden matar el cuerpo pero nunca mataran el alma, cuanto miedo tenemos en que fallezca nuestro cuerpo, que las arrugas lleguen, que las canas aparezcan, que los gusanos se festines nuestros restos y cuan desinteresados estamos de la muerte de nuestro Espíritu, de la condenación que nos espera y de infelicidad que debemos soportar solamente porque la vela de nuestra alma se esta apagando. Buscar a Cristo y hallarlo es todo lo que se nos pide y la misión estará cumplida, amar, amar y sobre todas las cosas, AMAR, un consejo de amigo: amen y les aseguro que vuestra luz encenderá y gritarán como esos Jesuitas que Si Vale la Pena vivir, que SI vale la Pena seguir lo que uno encuentra justo y la sonrisa brotará como manantial de sus labios.

Los que aman son los que viven y los que odian estan muertos.

AMDG

Vean la película, es muy buena!!!!


(1) http://www.tercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5666_289225548,00.html
(2) San Alberto Hurtado S.J.
(3) SanAgustín de Hipona

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Discurso final

El Sábado 17 de Noviembre de 2007, me correspondio despedirme de mi Colegio, que durante 14 años me acogió como una familia, aquí la despedida que le entrego:

Hoy, en el día en que la iglesia celebra a Santa Isabel de Hungría, nos reunimos los alumnos de 4° año medio para despedirnos de nuestro Colegio, en otras palabras, este es el último adiós que le entregamos a la institución que fue nuestro hogar por cerca de 14 años. En estas condiciones es muy difícil poder zurcir palabras para expresar los sentimientos que encerramos en nuestros corazones. Pero siempre se puede hacer algo, cuando ingresamos al Colegio nuestros padres confiaron a las religiosas y profesores la formación de sus hijos, hoy son estos hijos los que agradecen la formación entregada.

Nosotros ingresamos a la Escuela N° 1 Santa Ana, ahora, Colegio San Francisco de Asís de Angol, estos son nombres que al ser pronunciado no nos dejarán indiferentes, pues constituye uno de los pilares más importantes de nuestras vidas. Llegamos por la mañana y pasamos largas horas, las que se transformaron en días y luego en años.

Son ya Catorce años dentro de estas salas, que han marcado una huella dentro de nuestra historia personal, no es menor el tiempo transcurrido, esta huella que la vivimos los 75 jóvenes que egresamos en este día, están llena de pasajes hermosos, como de trozos desagradables, como toda institución educacional, nuestro colegio ha intentado dar de sí todo lo que puede, de todas maneras muchas veces nos hemos sentido decepcionados, la sociedad actual y el vertiginoso mundo en el que estamos insertos no nos permite desarrollarnos al 100% como personas con intereses y aptitudes individuales, pero sobre estos escollos podemos sonreír y alegrarnos en esta ocasión, todos nuestros recuerdos y amistades que hemos construido a largo de nuestro pasar por estos pasillos, han cimentado nuestra formación valórica, nuestros conocimientos y nuestras energías para enfrentar el mundo que nos depara el destino. De lo que hemos obrado no nos arrepentimos, nuestras amistades y aprecios jamás pasarán y los bellos recuerdos se mantendrán inalterables.

Agradecer de sobremanera al cuerpo de profesores del más alto nivel profesional y completamente comprometido con su labor educacional, ellos son el pilar fundamental de nuestro pasar por el colegio, sin menos agradecer a todos los tíos auxiliares, que nos dejan el legado que una sonrisa no cuesta nada, pero entrega demasiado y no me voy a olvidar de nuestros padres, que más que mal, ahí estuvieron y ahí estarán todos los días para darnos su apoyo y cariño. Hermanas franciscanas, su labor ya está cumplida y nosotros somos hoy el reflejo de su guía y enseñanza cristiana. Nos queda mucho por caminar, todavía tenemos todo un mundo que descubrir y construir, que claramente lo haremos bajo las enseñanzas y el carisma franciscano que recibimos día a día , en nuestras aulas; el trabajo en nuestro, ya pronto, Ex-colegio todavía está en obra, a los que quedan les deseamos la mayor de las energías para que sigan construyendo un Colegio bajo el alero de Francisco y sigan laborando en un proyecto educativo que debe tener como fin el bienestar de los alumnos y de todo el personal que trabaja en él y así buscar la mayor Gloria de Dios.

Nos vamos y no se preocupen, no volveremos como extraños, volveremos como somos, sus hijos; sólo les decimos que como pensara nuestro querido capellán que en paz descanse, los robles solo se pueden medir cuando caen (Hugo González Guerrero ofm), ahora que nos vamos podrán darse cuenta de lo grande que éramos como personas y como cursos; compañeros, las puertas se están abriendo; nuestro patrono ya lo dijo: comencemos porque poco o nada hemos hecho (San Francisco de Asís)

Anhelante es en busca del triunfo, que nuestras metas siguen en pie.

Paz y Bien